martes, 30 de noviembre de 2004

Principio

Después de mucho pensar, he llegado a la conclusión (vaya gasto tonto de neuronas) que el mejor comienzo es el principio.

¿En alguna ocasión habéis intentado pensar cual es vuestro primer recuerdo? El más lejano en el tiempo, o el más cercano a nuestro nacimiento. ¿Qué edad teníais? ¿Realmente es un recuerdo auténtico o es inducido por lo que os han contado las personas cercanas a vosotros?

Ocurre a veces que me viene a la memoria una imagen y un pensamiento. Una maia pequeñita dentro de una cuna, pataleando y gritando "¡mamá! ¡mamá!". Aunque esa no es la imagen, si recuerdo muy claramente, como si hubiera sucedido hace unos minutos, el hecho de haber alargado mis brazos por encima de mi cabeza y cogerme a los barrotes de la cuna y estirazarme, estirazar mis piernas más y más (... un poco más... ahora...) sentir el frio de los barrotes metálicos de la cuna, en los dedos de mis pies y un pensamiento: "¡Qué grande soy!"

¡Que grande soy!

Han pasado treintaytantos años para que ahora, a pesar de todo lo ocurrido vuelva a sentir (... ahora...) ¡Qué grande soy!

Por cierto, años después en una conversación con mi madre, descubrí que tenía poco más de dos años cuando dejé de dormir en mi cuna.