lunes, 5 de septiembre de 2016

Ben-Hur

Tenía unos doce años cuando descubrí Ben-Hur (la novela de Lewis Wallace) en la biblioteca. Recordaba haber visto una película del mismo nombre en televisión, aunque no debería haberme impresionado mucho, porque era incapaz de recordar la historia. Me la llevé a casa para leerla... y me aburrió sobremanera.

Quince días después fuí a devolver el libro sin haber pasado de la página sesenta. Pero cabezota que soy, siempre doy una nueva oportunidad, así que varios meses después volví a llevarme el libro a casa, era verano y por vacaciones, podía devolver el libro un mes después, en vez de los habituales quince días. Por si acaso, también me llevé otro.

Volví a comenzar a leerlo y recordé lo leeeeennnntooooooooo que me pareció al principio. No ocurría nada para mi gusto. Por esa época estaba enganchandísima a las aventuras que escribía Walter Scott. Y por ningún lado aparecía un protagonista. Pero fui capaz de pasar esas primeras sesenta/setenta páginas y apareció por fin. Me enganché por completo a la historia y si, me la bebí en un par de días. Me encantó, era una historia de una venganza, muy del estilo de El Conde de Montecristo, una venganza preparada durante años.

Cuando tiempo después volvieron a emitir la película de Ben-Hur en televisión, quise verla y me decepcioné por completo (me suele ocurrir). Soy consumidora de historias, en cualquier formato y entiendo que en un libro, tú eres el lector y el que imaginas los personajes, los paisajes, los hechos al leer. En una película, es el director el que imagina esa misma historia y por descontado, puedes estar de acuerdo con su manera de imaginar o no. Así que ese "Ber-Hur" no era mi "Ben-Hur" sino el de William Wyller y aunque es un director que me gusta como cuenta sus historias en este caso no fue así.

Años después terminé comprándome el libro y volviéndolo a leer. Era más madura y por consiguiente, obvié bastante la parte religiosa y descubrí fallos en la personalidad de los personajes. Pero la historia me seguía fascinando. Me ví las otras adaptaciones cinematográficas, mudas y la serie de televisión pero siempre me faltaba mucho. Ben-Hur vive muchas vidas distintas y eso le hace evolucionar como ser humano. Es amigo, es príncipe judío, es esclavo, es romano, es gladiador, es comerciante, es beduíno y sobre todo, es hijo y hermano. ¿Por qué en todas esas versiones solo cuenta su parte como conductor de cuádrigas?

Así que si, también he ido a ver la nueva y última versión: Ben-Hur 2016 y si, he salido más decepcionada si cabe. Espectacular mucho pero ese guión adaptado me  ha hecho sentir vergüenza ajena ¿tanto cuesta documentarse aunque sea un poco? ¿es obligación convertir un final esperanzador en un final feliz made in "La casa de la pradera"?

Cuando consumo una historia, ya sea en el formato que sea (libros, cine, teatro...) quiero vivirla, quiero creermela. Una historia que no me gusta me hace sentir indiferente, puede ser una obra maestra literaria o cinematográfica, pero si no me la creo, termino por aburrirme. Cuando consumo una historia quiero formar parte de ella y no, hoy  no he formado parte de este Ben-Hur.


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